Acunando y a la vez adornando la enorme y hermosa Bogotá se encuentran los cerros orientales, en esta cadena montañosa se halla uno de los símbolos principales de la ciudad, conocido por habitantes y visitantes no solo como la maravilla natural que representa, al igual que el Cerro de Guadalupe, erigiéndose cerca al centro de la ciudad llena de majestuosidad la misma sino como un sitio turístico y representativo.
Este lugar es frecuentado por deportistas que a diario ponen a prueba su físico, siempre obteniendo una maravillosa recompensa el espectacular paisaje sabanero que se puede observar desde los 2XXX metros de altura; ademas de ser frecuentemente visitado por la gran cantidad de feligreses que asisten desde tiempos inmemoriales a este centro religioso de la ciudad para pagarle una promesa al señor caído o compartir con sus familiares un fin de semana, y como no, visitado también por gente del común que disfruta de una buena caminata, un paseo en Telesférico o en Funicular, de husmear en los variados sitios llenos de curiosidades e imágenes religiosas, tomarse un buen chocolate caliente con tamal santandereano, porque no una copita del típico aguardiente artesanal o comer alguna de las peculiares y diversas delicias que se comercializan en este lugar.